viernes, 4 de junio de 2010

Si perdí la razón, no fue por amor, fue por soledad

Anoche me acosté tarde, pero valió la pena, ya que una entrevista a Andrés Calamaro nunca te deja indiferente, o al menos a mí. Y siempre me aporta algo. Estos argentino me pueden, ais…
Dejando aparte que al hombre no le venía mal un pescozón para ver si descendía unos centímetros hacia bajo, hacia donde la Tierra atrae a todos los cuerpos, esa llamada ley de la gravedad que a los famosos les afecta menos que al resto de mortales (por regla general); Calamaro siempre será para mi un poeta, un predicador, un músico sincero. Es un tio con la cabeza amueblada (si bien o mal eso ya no lo sé). En fin, es el autor de Honestidad Brutal, Alta suciedad y punto, para que decir más.

A lo mejor no estás de acuerdo con lo que dice, pero él te lo argumenta, y te lo presenta de una forma que no puedes sino abrir la boca como una tonta. Como no, he acertado; y mi querido Andrés no ha podido evitar meterse en política. Él dice sí a los toros, yo digo no; pero respeto su opinión. Él piensa que es una fiesta de muerte histórica e imborrable, y yo pienso que es una tortura innecesaria a un animal. ¿Quién tiene razón: él o yo?. Son diferentes posturas, y así se inicia el debate. Es algo positivo. (Aunque he de decir que el chiste de los churrascos y el solomillo y tal han estado genial).

A lo que iba; él ha presentado en la entrevista un discurso en el que abandonaba su postura progresista, referente al tema de los toros. Según él, lo defendió hasta que pudo. Y yo coincido con él. Tal y como las cosas están siendo dirigidas, y con todas las tergiversaciones que se producen; está llegando un punto en el que a todos nos cuesta defender en lo que un día creímos. Ya no todo es tan blanco ni tan negro, y ya no tienes muy claro por lo que luchar (y no el concepto en realidad, sino más bien cómo luchar por aquello que quieres), creo yo. Yo tengo mi propia postura, pero de manera genérica; pienso que todos vamos a tener que plantearnos un discurso de rechazo como el que ha presentado Calamaro. Porque la cabeza del hombre siempre ha ido por delante a todo, y de esa forma, tienes que saber cuando decir STOP. Ahora voy a pensar yo.

Y termino con lo que puso este señor hace tiempo en el twitter:

Las redes sociales van a fragmentar la sociedad en miles de particulas de indiferencia, somos ladrillos en el muro del facebook del mundo ?

Sí, da que pensar. Y sí, yo también prefiero tener tres buenos amigos a los que llamar por teléfono que 300 amigos en facebook; ¿y quién no?.

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